La multinacional ArcelorMittal ha anunciado este martes que frena por ahora sus inversiones en Europa para la construcción de plantas de reducción directa de mineral de hierro (DRI, por sus siglas en inglés), unas instalaciones fundamentales para la descarbonización de la acería —uno de los sectores que más dióxido de carbono (CO₂) emite—. La noticia, conocida un día después del reportaje en EL PAÍS sobre la polución que sufren los vecinos de Gijón cercanos a dicha industria —que también genera partículas tóxicas—, supone la paralización de la planta DRI prevista para la ciudad asturiana, un proyecto que recibió 450 millones de los fondos europeos Next Generation.