
Pese a todas las precauciones que adoptó —el uso continuado de mascarillas o sus movimientos en diferentes transportes públicos—, Luigi Mangione, el sospechoso acusado de asesinar la semana pasada en Nueva York a Brian Thompson, consejero delegado de UnitedHealthcare, ha dejado una huella indeleble, la digital, que ofrece una explicación aproximada de los motivos que le llevaron a supuestamente tomarse la justicia por su mano y golpear al “corrupto sector”, en sus palabras, de los seguros médicos.