
El Liverpool tenía una única misión cuando llegó al St Mary’s Stadium para medirse al Southampton, hacer bueno el histórico batacazo del Manchester City ante el Tottenham (0-4) y alejarse todavía más de los ‘sky blues’ en la cima de la Premier League. Los de Arne Slot se fiaron de la épica y el liderazgo de un Mohamed Salah que, a falta de menos de diez minutos, aseguró los tres puntos para los ‘reds’ desde la pena máxima (2-3).
Con este triunfo, los de Merseyside se mantienen líderes de Inglaterra con 31 puntos, lejos de los 23 del City o los 22 de Chelsea, Arsenal y Brighton respectivamente, que no fallaron en esta jornada y sumaron victorias.
El Liverpool se adelanta; los ‘Saints’ sorprenden
El Liverpool dominaba en el St Mary’s Stadium y se hacía con la posesión en zona de tres cuartos, una insistencia que dio sus frutos en el minuto 30 de partido de la forma más inesperada. En la jugada cómica de la tarde, la defensa del Southampton se puso a tocar el balón donde más peligro hay, en área propia, ante la presión de los ‘reds’ que estaban preparados para castigar cualquier error en salida. Dicho y hecho. Mateus Fernandes le envió un pase envenenado a línea de fondo a su central, Downes, que en un acto de temeridad quiso despejar la pelota con tal mala suerte que este no cogió altura y se encontró a Szoboslai en la media luna.
El centrocampista húngaro, con la clase que lo caracteriza, la puso con clase al fondo de las mallas para abrir la lata en el marcador (0-1). La alegría duró poco en el banquillo de Arne Slot. Una pérdida de balón de Van Dijk en el centro del campo propició la falta y posterior penalti de Robertson sobre Tyler Dibling. Michael Oliver tuvo que esperar una respuesta del VAR ya que la cosa fue por centímetros, pero la sentencia final fue la pena máxima. Adam Amstrong chutó, paró Kelleher de primeras y acto seguido el inglés no falló en el rebote (1-1, minuto 42). Volvían a reinar las tablas y los jugadores pusieron dirección a los túneles de vestuario.
Salah al rescate
La segunda parte empezó prometedora para un Liverpool que no quería sustos y buscaba de nuevo la meta rival, pero la Premier no perdona ningún despiste. Un contraataque perfectamente orquestado del Southampton descolocó por completo la pareja de centrales de Slot, que solo pudo ver como Mateus Fernandes recibía totalmente solo un balón de Armstrong en el punto de penalti y la cruzaba con mimo dentro de la portería (2-1, minuto 56) . Kelleher, vendido. Los locales se ponían por delante ante un cuadro ‘red’ con síntomas de estar noqueado. Pero como si de un púgil sobre el cuadrilátero se tratase, el Liverpool se levantó y contestó con otro derechazo, esta vez por medio de Salah, que aprovechó el error garrafal de McCarthy para anotar el cuarto gol de la noche en el St Mary’s (2-2, minuto 64).
El egipcio, sin hacer demasiado ruido sobre el césped, volvía a ser decisivo y sacaba las castañas del fuego para los de Merseyside, aunque lo mejor estaba por llegar. Salah, en el 82, se puso la capa de héroe y convirtió un penalti que colocó al Liverpool por delante, su décimo gol en lo que va de Premier League (2-3) . El fondo en el que estaban los aficionados desplazados enloquecía ante la enésima hazaña de su faraón, que deja claro que sigue más hambriento de títulos que nunca. No dio tiempo para más y el árbitro decretó el fin de la contienda. Los ‘reds’, más líderes que nunca en Inglaterra.