
La economía española viene sorprendiendo en los últimos años al mundo por su fortaleza en medio de la profunda atonía en la que está sumida la zona euro y ajena a la trifulca política que vive el país. Solo en 2024, el PIB español creció un 3,2%, el nivel más alto entre las grandes economías desarrolladas, impulsado por el fuerte tirón del turismo y la inmigración, mientras que la media de la eurozona apenas registró un aumento del 0,7% en todo el ejercicio.