Era la vista del caso más importante del curso judicial en el Tribunal Supremo de Washington, y la discusión estuvo a la altura de uno de los asuntos que más enfrentan a la sociedad estadounidense: la idoneidad o no de permitir a los menores trans recibir tratamientos de afirmación de género, con el consentimiento de los padres y asesoramiento médico, antes de la mayoría de edad.