
El gobierno de Estados Unidos ha devuelto a México una estatua virreinal sustraída el 30 de diciembre de 2007 en el poblado de Epazoyucan, Hidalgo, así como seis piezas arqueológicas de origen prehispánico. La ceremonia se efectuó en el Museo del Templo Mayor, en Ciudad de México en un acto con la presencia de autoridades de ambos países. La cooperación entre las instituciones estadounidenses y mexicanas facilitó el retorno de estos bienes culturales.