Hay varias cosas en el mundo de la moda que podrían definirse como “inversiones seguras”, y un bolso de Longchamp es, sin duda, una de ellas. El diseño original de uno de sus modelos más vendidos, llamado Le Pliage, aterrizó en el mercado en 1993 y, desde entonces, no ha dejado de ser un icono de estilo. Inspirado en el origami japonés, este bolso destacó por ser plegable, estético, ligero y funcional: cuatro características que redefinieron la idea de los bolsos prácticos y elegantes.