
Al Congreso de los Diputados y la plaza de España, en el centro de Madrid, los separan menos de dos kilómetros, pero este miércoles la distancia ha sido de un abismo. Durante la sesión de control al Gobierno en esa Cámara, una diputada de una formación de ultraderecha ha enarbolado cifras contra los inmigrantes, y otros grupos políticos se enfrascaban con el Ejecutivo en la discusión sobre la acogida de menores no acompañados que llegan a Canarias. Fuera, en la plaza madrileña, a Alí Yahaya, de Ghana, 33 años, que una vez fue uno de esos niños llegando a una isla canaria en patera, le tenía sin cuidado la controversia en el legislativo, porque no podía descuidar la cocina de la que es jefe en uno de los puestos de la feria navideña instalada en esa explanada. La brecha entre el discurso político y la realidad fuera de los escaños cada vez es mayor.