
Capi tiene 12 años y tiene un superpoder: es invisible. Si no, no hay forma de explicarse que ni sus amigos, ni sus compañeros, ni sus profesores, ni sus padres, nadie vea el acoso que sufre en el instituto. La nueva profesora de literatura también tiene un superpoder: un dragón que la acompaña, la protege e incluso le habla. Ella es la única que consigue ver que algo sucede. Ella entiende que no son “cosas de críos”. Que los cobardes no son quienes intentan huir de esa situación, sino quienes la ven y optan por mirar a otro lado.