La espectacularidad de las exposiciones universales de 1889 y 1900, la inauguración de la Torre Eiffel, la bohemia de Montmartre y Montparnasse, el Moulin Rouge, La Gare de Lyon o las prostitutas de las maisons closes de inicios de siglo pasado en París han irrumpido nuevamente en el Museo Picasso de Barcelona. Las salas del Palau Finestres del museo presentan al público desde el pasado viernes 22 de noviembre la exposición De Montmartre a Montparnasse aristas catalanes en París, 1998-1914. Se trata de una recopilación de obras de artistas catalanes que intenta mostrar la relación que tuvo la vanguardia catalana con la capital francesa desde la exposición universal de 1889 hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, y que se inició con la llegada de Picasso a Paris en el otoño de 1900: época en la que París se convirtió en ícono del modernismo, la tecnología, las artes y el progreso.