
Los análisis de la muestra de pringá que la Junta de Andalucía tomó para comprobar el origen de la intoxicación de, al menos, 44 personas han confirmado la presencia de Clostridium prefingen, un microorganismo contaminante. Las muestras se recogieron de los restos congelados de esa pasta que fueron elaborados artesanalmente en la taberna cordobesa La Sacristía y que sirvió en montaditos el pasado 4 de enero. Pese a confirmarse que el foco de la intoxicación se hallaba en este local, el Gobierno de Juan Manuel Moreno ha decidido mantener abierto el establecimiento al no haberse detectado “ningún riesgo en las condiciones de higiene”, indican fuentes de la Consejería de Salud consultadas por este diario.