La OTAN ha cerrado firmemente filas este martes con Ucrania, en medio de una nueva escalada de la guerra tras la amenaza del Kremlin de “represalias” contra Kiev por disparar al menos en tres ocasiones misiles de largo alcance estadounidenses contra territorio ruso, después de que Moscú hiciera a su vez uso, por primera vez, de un misil balístico de nueva generación en el conflicto que comenzó hace ya más de 1.000 días.