
Son las ocho de la tarde y la calle Mayor de Madrid hierve de entusiastas o resignados de las Navidades haciendo cosas navideñas y contando las horas para que empiecen o que acaben. En esas, llega a la cita Laura Yustres, Lalachus para la comedia, caminando entre las multitudes desde el cercano teatro donde se graba La revuelta. El maquillaje de la tele y su traje pantalón rosa fosforito no le ayuda a pasar desapercibida, cosa que no parece importarle. “Lala, te quiero”, le dice al vuelo una chavala con diadema de reno. “Gracias, cariño”, le responde, antes de meternos en el portal de la oficina de su representante, que se estropee el ascensor, y que tengamos que subir a pie los cuatro —periodista, fotógrafo, representante y entrevistada― los cuatro pisos del señorial inmueble, que serían ocho de un bloque estándar. Llegamos sin fuelle, pero las espectaculares vistas al árbol de Navidad y el reloj de la Puerta del Sol desde el que Lalachus y David Broncano darán la bienvenida a 2025 compensan el esfuerzo. Lalachus no se cansa de mirarlo. Sigue flipando, dice.
LALA DA LA CAMPANADA
La foto de Whatsapp de Laura Yustres Vélez (Fuenlabrada, 34 años) muestra a una niña como de unos 10 años poniendo la típica cara de chulita a cámara sentada en el escritorio de su cuarto, con una mesa de estudio, un ordenador fijo de los de pantalla de culo gordo, y delante de unas cortinas de encaje. Es ella, claro, y sorprende ver cómo esa mueca cómplice y graciosa podría ser cualquiera de las que dedica a las cámaras cualquier noche en La revuelta. Lo lleva en la sangre. Laura, Lalachus para la comedia, está viviendo el mejor momento de su vida personal y profesional desde que empezara a colgar vídeos en redes comentando aspectos de la actualidad y de la vida cotidiana.
Después de trabajar como recepcionista y en departamentos de atención al cliente, ahora la estrella es ella. Su participación en el programa de David Broncano la ha llevado a ser elegida, junto a él, para despedir el año cantando las campanadas de la Puerta del Sol para Televisión Española. La bienvenida a 2005 tiene «rima fácil», dice. Ni confirma ni desmiente que esa noche, en ese momento, alguien complete la frase.