
La inmigración no solo es parte fundamental de la historia de Estados Unidos, forma parte inherente del tejido social y económico de Estados Unidos y es clave para el futuro del país. Cambiar este tejido por medio de “la mayor deportación de la historia” tendrá dos precios: el de llevar a cabo la operación de detenciones y expulsiones masivas y el de las consecuencias de haberlo hecho. Así lo revelan las cifras del Censo que apuntan a que esta población es esencial para las grandes cuentas del país. En el año 2023, según el American Immigration Council (AIC), pagaron un total de 651.900 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales.