Regina Díaz y Aída Pérez pasean tomadas del brazo por Veracruz. Charlan como solo pueden hacerlo dos amigas que se conocen desde hace más de 80 años, y la brisa marina las devuelve a un pasado que se hace presente en cada aniversario. A ese puerto mexicano llegaron hace 85 años miles de exiliados españoles en buques fletados por el Gobierno republicano al final de la Guerra Civil. En 1939 arribó el primero, el Sinaia, en el que viajaba Regina con tan solo seis meses. Tres años después, el Nyassa dejó en la costa a Aída, con cuatro añitos cumplidos a bordo.