
Interminables hileras de olivos de montaña circundan el valle donde se asienta Mogón, un pueblo de Jaén de apenas 800 habitantes que es la puerta de entrada a la jiennense Sierra de Las Villas, una de las tres (junto a Cazorla y Segura) que conforman el segundo mayor espacio natural protegido de Europa. Abrazado por los ríos Guadalquivir y Aguascebas, este anejo, conocido como el paraíso del agua, cuenta con una cooperativa oleícola con más de 1.300 socios. Es decir, hay más cooperativistas que vecinos, aunque es cierto que muchos de ellos viven en otros puntos de la comarca y del municipio de Villacarrillo, convertido en el principal productor de aceite de oliva del mundo y, gracias al impulso de esta almazara, también es referente a la hora de luchar contra la despoblación en el medio rural.