Si votamos a opciones que dejan morir sin atención médica a nuestros mayores en las residencias, a aquellos que desmontan a la sanidad pública en favor de la privada, a aquellos que asfixian a la universidad pública mientras se siguen autorizando privadas, los que niegan la violencia machista, justifican la dictadura, que niegan el cambio climático, que están ausentes y no atienden a los avisos de emergencias en una dana o han formado sucesivos Gobiernos manchados por la corrupción no podemos decir que no nos representan. Sí nos representan. Porque los hemos votado o porque nos hemos abstenido porque creemos que todos son iguales.