Tres hombres y una mujer comen en El Bajío. Es la tarde de un miércoles de diciembre en el centro comercial Miyana. Afuera, Polanco, uno de los barrios más exclusivos de Ciudad de México, residencia de empresarios, políticos, diplomáticos y turistas de dinero. Otros dos hombres entran al restaurante. Uno de ellos se tapa la cabeza con un casco de motorista. Se acercan a la mesa y descerrajan varios balazos contra uno de los comensales. Escapan del lugar. Los acompañantes del hombre acribillado también huyen. Lo dejan allí, desangrándose.