Los fuertes vientos de Santa Ana, una corriente seca que sopla del interior de California hacia la costa, fortalecieron durante la noche un incendio en Malibú, la ciudad costera al oeste de Los Ángeles. Las llamas han crecido sin control y ya han destruido casi 900 hectáreas (2.200 acres) con una contención de 0% a las 8.20 (hora local). El incendio, llamado Franklin, ha obligado a que las autoridades pidan la evacuación de miles de personas, pues el fuego amenaza con consumir unas 2.000 estructuras. Malibú tiene una población de 11.000 personas. Unas 6.000 viven al este, el área amenazada por Franklin.