
Junto a la ría de Bilbao, varios municipios salvaguardan el viejo esplendor fabril de Bizkaia, conservando antiguos cargaderos, un pueblo minero y hasta un palacio escondido. Más allá de la imprescindible visita al museo Guggenheim y de tomar unos ‘pintxos’ en la plaza Nueva, estas son algunas recomendaciones menos habituales para quienes se aventuran a visitar la ciudad vasca: