“Prefiero que parezca un accidente de coche”. Con ese mensaje, J. B. encargó supuestamente el asesinato de su expareja, Ana García Castro, vecina del municipio gallego de Barro (Pontevedra). Lo hizo en una página de contratación de sicarios en la deep web en la que pagó 18.000 euros en bitcoin. El caso ocurrido en Galicia es el primero en España de este tipo del que tiene constancia la Guardia Civil.